Por respeto a la soberanía, autonomía e independencia de las logias que la componen, la Gran Logia Hispana NO posee una estructura gubernamental sino meramente coordinadora de las logias y de sostenimiento de la entidad.
La Gran Logia Hispana coordina, ampara y auxilia a las logias masónicas que practican los tres primeros grados masónicos universales pero no ostenta ningún poder ni autoridad sobre las logias.
A través de la Logia Central, órgano administrativo y de apoyo material, estructural y organizativo, la GLH coordina (pero no impone) los aspectos reglamentarios y un marco ceremonial de referencia para las logias en los tres primeros grados.
Los contenidos rituales de los tres primeros grados simbólicos se coordinan entre la GLH y el correspondiente Cuerpo del Rito. En cualquier caso, los rituales que se facilitan son recomendaciones y cada logia es libre de usarlos o de adaptarlos a sus costumbres.
Cualquier logia masónica puede adherirse a la Gran Logia Hispana incluso aunque forme parte de una obediencia masónica convencional. La Gran Logia Hispana y el Gran Oriente Hispano NO exigen ningún tipo de exclusividad a los/las masones/as que la componen ni a las logias y cuerpos que la integran.